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31 agosto 2006

Diario

Dejó el cuchillo y la taza en la bacha; les pegó una lavada. Miró alrededor el silencio y se sentó a leer el diario de hoy. Página a página sintió los embates de la guerra; fue un soldado herido; un campesino despojado de su tierra; un miserable asesinado por unos centavos en Villa Celina; un desaparecido que recuperaba su identidad; una familia destrozada por un misil en segundos. Posó su mirada en los avisos fúnebres; estrella, cruz, cruz, estrella, cruz. En el cuarto de al lado, la noticia de mañana agonizaba de cinco puñaladas.